Cómo mejorar la Autoestima

como mejorar la autoestima

La autoestima ha sido estudiada por la psicología y se han desarrollado investigaciones que buscan explicaciones sobre la forma como las personas se perciben y se sienten frente a si mismas y cómo esto influye directamente en su comportamiento dentro de un entorno social.

He visto cómo la mayoría de las personas responden a la pregunta de ¿cómo esta tu estima?, con un rotundo ¡muy bien!, yo me amo y me siento a gusto conmigo mismo. Sin embargo, yo cuestiono esa seguridad del ¡yo me amo!, ya que vivimos cada día observando una realidad distinta: personas que amenazan con un: ¿usted no saben quien soy yo?. Seguramente con la idea de una superioridad conferida por su posición social o económica y que consideran que eso los hace mejores seres humanos, o mujeres que luchan desde los 15 años o antes, por querer ser otras, trasformando sus cuerpos, sus facciones y finalmente su esencia por ese malestar de ser quienes son.

No quiero caer en una mirada reduccionista para explicar fenómenos sociales que podrían ser estructurales  a partir de una construcción psicológica, como la Autoestima, sin embargo sí considero que las condiciones individuales tienen una afectación sobre las  formas de ser y pensar de una sociedad, es decir que somos socialmente el reflejo de lo que individualmente tenemos para dar.

Quiero hacer énfasis en que  gran parte de la construcción de la estima, surge en ese primer escenario de desarrollo de vida llamado familia. Los seres humanos desde pequeños escuchan de sus padres que son inteligentes, lindos, valientes, amorosos o por el contrario reciben información sobre lo tontos que son, lo incapaces, lo poco inteligentes. La diferencia entre un niño amado y un niño maltratado radica en la estima y cuando llegan a la vida adulta muchos deben recuperarse de una infancia que no pidieron, pero que marcó la forma como piensan y sienten frente así mismos y frente al mundo en general.

La función principal de la familia es enseñar acerca del amor, es el lugar por excelencia donde se aprende a abrazar, a besar a acariciar, donde se aprende del cuidado y protección de sí mismo para poder cuidar y proteger a otros. Pero, ¿qué pasa cuando las familias no están asumiendo esta responsabilidad y contrario a lo que se espera, se convierten en un factor de riesgo para la vida y la integridad de los hijos? Seguramente la respuesta ya está dada.

Tenemos que empezar a hacer mayor conciencia de lo que pasa con nosotros y nuestro amor propio,  aquí comparto algunas recomendaciones:

  1. Cultiva y enseña del amor en tu familia, es fácil, sólo recuerda que el buen trato es la mejor expresión de esto: habla con cariño, abraza, besa, llora con el dolor del otro, define límites.
  2. Concéntrate en lo que tienes y eres y no en lo que no tienes y agradece por ello.
  3. Haz las cosas lo mejor posible cada día sin pretender ser perfecto.
  4. No importa que te equivoques, asume con naturalidad el fracaso, porque así es la vida.
  5. Atrévete a hacer cosas distintas, a arriesgarte a hacer eso que te gusta y aprende.
  6. Cuídate, arréglate bien, consiéntete, come rico y saludable, haz ejercicio.
  7. Sé generoso y ayuda a los demás, así las personas te valorarán por lo que eres y haces.
  8. Disfruta de lo que eres y no te compares con nadie, porque tu eres una persona única.
  9. Acepta la persona que eres, respeta tu esencia y trata de ser tu mejor versión cada día.

Anímate a hacer parte del cambio, recuerda que lo que tu eres y haces afecta lo que todos nosotros somos como sociedad.